Tiempo de espárragos y de garrapatas.

Aunque estamos todo el día pateando pinares y laderas, por estos barrios no solemos hablar de cosas del campo.
Nunca es tarde para empezar a compartir experiencias y hoy vamos a hablar de cosas de comer y de bichos...

Se acabo el tiempo de los espárragos.
Ahora, donde antes cogíamos los espárragos, podemos ver unas matas plumosas de color verde con pequeñas bolitas verdes; son las esparragueras.

Esta primavera, muy lluviosa y fresca, ha traído una abundante cosecha de brotes. Entre Abril y Mayo, en zonas húmedas, los primeros espárragos empiezan a despuntar entre la hierba al pie de las secas esparragueras del año anterior. Durante un tiempo seguirán produciendo unos brotes tiernos que rápidamente se irán entallando.

En cuanto hay humedad y dejamos atrás el frío, en estas zonas herbosas y soleadas, pululan las garrapatas. Cuidado con ellas. Se suelen encaramar a las botas o zapatillas y desde allí van trepando siguiendo el olor de la sangre, hasta que se meten por algún resquicio y se agarran a la piel. Lo mas normal es atraparlas antes, pero a veces nos agarrarán. Este año, he tenido una en la mano que arranque sin problemas con un tironcillo. Se colocan acechando entre la hierba y en cuanto acerquemos nuestra piel las veremos tendiendo las patitas delanteras esperando agarrarse...
Parecen pequeños banderilleros.

Volviendo a los espárragos, aunque en otros lugares se recogen diversos tipos de brotes comestibles, por esta zona (la ribera del Cega) cogemos principalmente una variedad igual a la cultivada. Hay otra especie que es la llamada con propiedad espárrago triguero; sus brotes son mas oscuros, la planta es diferente, con espinitas verdes como de un abetillo en miniatura. Saben mas amargos y no se suelen recoger por esta zona.

Localizado un ejemplar, procedemos a su captura.

A casa con la cena...