6/25/2016

A las armas y al campo...

Je, je, perdón por el título que puede llamar a engaño.

Los juguetes de guerra no tienen buena prensa.
Sin embargo a muchos niños y adultos les fascina el "aparataje" y el mundo militar.
Las cuestiones psicológicas que acompañan este hecho seguramente han sido estudiadas a fondo. En el caso de los niños pueden ser, por ejemplo, los primeros tanteos de un rol social y la construcción de una identidad convencional, una cierta violencia natural en el ser humano, la influencia de algunas producciones culturales... Respecto a los adultos seguro que podríamos hacer una lista parecida...
Muchos de los útiles militares son sólidos, resistentes, diseños brutalistas que nos dicen... venga, vale, lo bestia es atractivo ¿a que no puedes resistirte? La chapa de 2 cm. mola, las pequeñas ventanillas de cristal de 10 mm. son chulas, las ruedas de goma enormes tienen glamour, las cadenas oruga no digamos, ¡dan las mismas ganas de acariciarlas que el lomo de un cocodrilo! Los cañones son fascinantes y siempre tenemos el impulso, reprimido o no, de mirar por el agujero.
Igualmente están bien las antenas, las banderas, las tiendas de campaña, la ropa...
Y que decir del camuflaje; bueno eso es realmente increíble y nos conecta directamente con las pinturas y los adornos de los indios yanomamis del Orinoco.

Muchos de nosotros salimos al campo en nuestra vida diaria y también somos paseantes ocasionales.
En el campo, si uno quiere ver algo, hay que ir con sigilo y sin llamar mucho al atención; vamos que no te vean... Por eso los cazadores y los guardas van vestidos un poco al estilo militar...Cuando nosotros caminamos por el pinar intentamos que no se nos vea mucho, pero tampoco vamos como boinas verdes... Una vez vimos un grupo de observadores de jilgueros desplegados en formación, con un equipamiento digno de Rambo. Sin embargo, en lugar de llevar fusiles de asalto y granadas, llevaban prismáticos y cantimploras y la verdad es que nos dió un poco de miedo...
Volviendo a los juguetes de guerra... bueno pues muy correctos no son la verdad. Pero no es lo mismo comprar el lego de la "Operación tormenta del desierto" que construir un tanque con un taco de madera y un palillo de pincho moruno. O salvando las distancias, trabajar en el ejercito de una superpotencia o de manera romántica, tirante al monte y luchar en la guerrilla para salvarte el culo.

En fin, todo este escrito para justificar estos tanquecillos y tanquetas...








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